jueves, 16 de octubre de 2014

1974

Tal y como hice hace 2 años con 1972, este año se me ha antojado hacer un repaso a las novedades discográficas que salieron a la luz hace exactamente 40 años, en 1974. Años atrás tenía un poco la idea que, dentro de lo que considero la edad de oro del rock (de 1967 a 1977), a partir de 1974 es cuando la cosa empezó a decaer un poco - por supuesto dentro de lo que es la edad de oro del rock, repito. Quizá es porque algunos de mis artistas favoritos surgidos a mediados-finales de los 60 empezaron a decaer por esos años, pero con el tiempo he descubierto que en muchos casos no es así, además de que existen otros grupos que tomaron el relevo en esa época.

Al igual que hice en el otro post, en este vuelvo a resaltar esa cualidad que hace que adore tanto la música de esos años, y es la coincidencia en el tiempo de estilos muy diferentes que me encantan: el glam-rock dando sus últimos coletazos y evolucionando hacia otros caminos, el rock sureño en plena edad de oro, el rock progresivo en su apogeo acercándose ya a la saturación pero ofreciendo aún cosas magníficas y aventuras personales de cada grupo-artista también apasionantes (Neil Young desafiando su estatus de estrella al mismo tiempo que - contradictoriamente - hacía giras de estadio con Crosby Stills & Nash, Deep Purple buscando un renacimiento sin Ian Gillan, etc.). Por eso, con las típicas (y a día de hoy, bastante manidas y aburridas) discusiones sobre si el rock molaba más antes o yo, actualmente tiendo a resumirlo así: si cojo 25 discos de 1974 encuentro más obras que me apasionen que de cualquier año posterior a los 70 y además de mucha variedad. Quizá es cosa mía, puede ser, pero en todo caso honestamente es lo que pienso.



25- Jackson Browne - Late for the Sky


Uno de los sonidos que más se escuchaba en las radios en 1974 era un tipo de country-rock edulcorado, en que músicos que habían trabajado el género lo hacían más escuchable con un fuerte componente pop, combinando temas más country-rock con baladas a piano. Los más puristas odiarán este tipo de cosas, pero a mí me gusta cómo queda en el caso de muchos grupos y artistas, como es el caso de este disco de Jackson Browne. Es un disco muy reposado y dominado por las baladas, pero cada canción tiene suficiente personalidad en sí misma como para que la escucha no se haga monótona.



24- America - Holiday


Siguiendo la línea de lo que he dicho antes, America son otro exponente de la época de ese country-rock amable, muy popero y radiofónico, que tanto éxito tuvo en aquellos años. En Holiday para mi gusto ya empiezan a olvidar demasiado su lado country para convertirse en una banda de pop, y por ello no están más arriba en este top. No obstante, sigue siendo un muy muy buen disco de pop, sino no estaría aquí.



23- Sparks - Propaganda


En aquellos años el glam-rock era uno de los géneros musicales de más éxito del momento, pero sobre todo en Reino Unido. Es curioso por tanto que los Sparks, a los que se suele vincular a ese movimiento, sean americanos. Su particular aproximación al género es una de las más curiosas que conozco: tenían una facilidad innata para hacer pop ultra-pegadizo y lo llevaban a la máxima expresión, resultando en ocasiones hasta empalagosos para mi gusto aún cuando ellos lo compensaran enfatizando muchísimo su particular sentido del humor. Solo conozco dos discos suyos de momento, pero éste es el que más disfruto de los dos.



22- Brian Eno - Here Come the Warm Jets


Mientras tanto, en Inglaterra una de las grandes bandas surgidas en esos años en plena explosión, Roxy Music, sufrió una baja importante: el teclista Brian Eno, quien decidió emprender una carrera en solitario. En unos años Eno dejaría de ser el "ex-Roxy Music" para convertirse en uno de los músicos más importantes e influyentes de las últimas décadas, pero en su debut eso aún estaba por llegar. No tenemos aún al Eno más atmosférico, sino a un Eno aún emparentado con lo que hacían en Roxy Music: es decir, glam-rock experimental, sólo que la parte experimental pesaba mucho más que en su banda madre. De acompañantes nada más y nada menos que sus antiguos colegas de Roxy Music (salvo Brian Ferry, con el que no se llevaba muy bien) y un invitado de lujo, Robert Fripp (quien aparecerá dos veces más en esta lista), con el que luego haría otros proyectos.


21- Gene Clark - No Other


Reconozco que no sé mucho de Gene Clark salvo que formó parte de los Byrds y que no ha sido hasta este año cuando me he animado a escuchar otro disco suyo (White Light), pero cuando lo tanteé por primera vez con No Other flipé por completo. Éste no es el tipo de disco que uno espera de un músico de folk-rock los 60 que en 1974 me pensaba que ya estaría en proyectos menores y olvidados. No Other es un álbum inspiradísimo y muy muy ambicioso. De hecho tan ambicioso que la producción se le fue de las manos y no se pudo recuperar su coste, convirtiéndolo en una de esas grandes obras fracasadas que tanto nos gusta ensalzar décadas después.



20- Deep Purple - Burn


Una de las grandes sorpresas de 1974 fue la sorprendente resurrección de Deep Purple, cuyo futuro parecía totalmente incierto tras la marcha del carismático cantante Ian Gillan, con el cual habían alcanzado éxito. Sus increíbles agudos y la potencia de su voz fueron claves en el éxito que experimentó el grupo a principios de los 70 tras tres discos que pasaron sin pena ni gloria. No obstante, Gillan se fue, y poco después el excelente bajista Roger Glover. ¿Podrían sobrevivir Deep Purple sin ellos?

La respuesta es ¡sí! Para suplir a Glover cogieron a un músico sensacional: Glen Gughes, excelente bajista y muy buen cantante. Pero lo del cantante es algo inexplicable, ya que contrataron a un músico totalmente desconocido llamado David Coverdale. ¿Cómo se atrevieron a poner al frente de una de las bandas más exitosas del momento sustituyendo a uno de los vocalistas más destacables de la escena hard-rock a un tipo que no tenía casi experiencia? Supongo que tenían mucha confianza en sí mismos, pero acertaron. A día de hoy mucha gente prefiere esta formación y el sonido que adquirieron aquí al de los álbums de Gillan. Yo no coincido en absoluto pero sin duda es un grandísimo disco y una resurrección en toda regla.


19- Peter Hammill - In Camera


Aunque nunca tuvieron tanto éxito como otros compañeros de generación, la carrera de Van Der Graaf Generator en los 70 fue una de las mejores que dio el rock progresivo (y, si me lo permiten, el rock en general). No obstante, aunque el género estaba en pleno auge y ellos habían sido uno de los primeros en explotarlo, el líder del grupo, Peter Hammill, decidió disolver la banda en mitad de la edad de oro del progresivo para centrarse en una carrera en solitario. Y si bien no consiguió tampoco así el éxito, sí que demostró ser un compositor fructífero (miren cuantos discos ha grabado y verán que no hablo por hablar) y nos legó algunos álbums geniales. En 1974 de hecho sacó a la venta un disco más "accesible" muy en la línea de Van Der Graaf Generator y éste que comentamos ahora. In Camera es un disco oscuro y difícil, impregnado por el sonido de teclados y sintetizadores y la voz de Hammill, y aunque me costó pillarle el punto ahora mismo me parece una absoluta genialidad.



18- Mott The Hoople - The Hoople

Los Mott The Hoople eran una banda gafada. Después de años persiguiendo el éxito, con unos directos históricos pero que no se traducían en buenas ventas, decidieron dejarlo estar. Aparece Bowie, les produce All The Young Dudes (1972) y por fin logran el éxito que deseaban. Y cuando parecía que ahora podrían tener una carrera como Dios manda, les dejó su teclista Verden Allen y, tras haber grabado el siguiente disco, su guitarrista Mick Ralphs para formar una banda que aparecerá más adelante en esta lista. Ian Hunter, el carismático líder del grupo, suplió a Allen con Morgan Fisher y a Ralphs con Ariel Bender. El problema es que el papel de Ralphs en el grupo era fundamental, y aunque en la gira que hicieron Bender demostró ser un guitarrista descomunal, cuando empezaron a grabar el siguiente álbum se hizo evidente que en estudio era un músico mucho más limitado, incapaz de explotar el potencial que exhibía en vivo.

¿Es por eso que The Hoople fue el álbum más glam y sobreproducido de todos, para compensar la ausencia de un guitarrista consistente como Mick Ralphs? ¿O simplemente ése es el camino que Hunter quería seguir sin otros músicos importantes que le discutieran su decisión? No tengo ni idea, pero en todo caso así suena el último álbum de Mott The Hoople, que no por ello deja de ser uno de los mejores de su carrera con unos cuantos hits que demostraban que Hunter tenía cuerda para rato. Lo que sucede es que tras este disco decidió centrar su talento en su carrera en solitario de la que ya hablaremos otro día.


17- Eagles - On the Border


Justo antes de que decidieran abrazar el AOR y un sonido más pop (aunque de esto siempre había habido en sus discos), los Eagles optaron sorprendentemente por grabar el disco más rockero de su carrera. Así pues, en On The Border vemos a los Eagles más contundentes, dejando un poco de lado su faceta country. Para ello incorporaron a la banda a un tercer guitarrista, Don Felder, buscando enfatizar ese sonido de guitarras que se escucha en temas como "James Dean", "Good Day in Hell" o la maravillosa "Already Gone", una de sus mejores canciones.
Uno de los discos más logrados de su carrera.




16- Neil Young - On The Beach

Hemos repasado y repasaremos varias aventuras musicales que tuvieron lugar ese lejano 1974, muchas de las cuales tienen que ver con bandas aún jóvenes persiguiendo el éxito o veteranos buscando un lugar en un panorama cambiante. Pero ninguna de ellas trata sobre un músico que haya alcanzado el éxito masivo que estaba buscando y que, de repente, decida sabotearse a sí mismo lanzando tres discos absolutamente anticomerciales seguidos. Eso fue lo que sucedió con Neil Young, quien tras el enorme éxito de Harvest lanzó un disco en directo algo indigesto, otro en estudio que directamente la discográfica vetó hasta unos años después y, el que nos ocupa, On The Beach.

Es un álbum muy melancólico, en el que se le nota tocado por la muerte de algunos viejos amigos a causa de las drogas y por un éxito desmesurado que aún estaba intentando asimilar. "See The Sky About to Rain" es de los pocos temas algo accesibles, con ese piano eléctrico que le da un sonido totalmente diferente a lo que había grabado hasta entonces, pero lo mejor es la cara B, una de las caras de disco más tristes y desoladoras que conozco, con versos llenos de tristeza ("Though my problems are meaningless, that don't make them go away") hasta desembocar en la extensa y desoladora "Ambulance Blues".

Para hacer esto aún más confuso y contradictorio, al tiempo que sacaba este disco se embarcaba en una gira de estadios totalmente comercial con Crosby Stills & Nash. No hay quien te entienda, Neil, pero te queremos igualmente.




15- David Bowie - Diamond Dogs


Hola amigos, soy David Bowie y he decidido mandar a la porra a las Spiders from Mars (es decir, para qué engañarnos, a Mick Ronson, lo siento por los otros dos tipos pero es así) y demostrar al mundo que yo solo puedo apañármelas. Para ello he hecho un ambicioso disco que salvo un par de temas (especialmente el hit "Rebel Rebel") huye del sonido glam-rock facilón y en que yo toco la guitarra. ¡Chúpate esa, Mick!

OK, hoy día ya sabemos que Bowie tenía talento de sobras pero en 1974 tenía aún que demostrar que era capaz de apañarse él solo y Diamond Dogs fue el primer paso en esa dirección. Un disco que aunque tuvo éxito no opta por un sonido obvio y que tiene joyas ocultas como "Sweet Thing", una de mis favorita del Duque Blanco. Los últimos temas nos anticipan lo que vendría posteriormente, su etapa más soul, que en mi opinión fue un paso en falso pero entiendo que Bowie estaba intentando experimentar.




14- Cockney Rebel - Psychomodo


Una de las joyas de la escena glam/art-rock inglesa de los 70. Un disco extravagante en que se practica música rock pero sin haber prácticamente guitarras eléctricas. Mantiene en su mayor parte el aspecto lúdico del glam con el toque de imprevisibilidad del art-rock y en dos temas bastante extensos se permite además volverse ambicioso. Y como mínimo con el segundo, "Cavaliers", lo consigue de sobras. En cuanto a la pomposa balada épica final, aún no sé qué pensar de ella y de su famoso verso ("Look what they've done to the blues") pero creo que también me ha acabado gustando.




13- King Crimson - Red


Quizá este disco debería estar más alto en mi Top, ya que suele considerarse como la obra cumbre de King Crimson. Pero en todo caso son nimiedades, aunque no me haya enganchado tanto como a otros fans es un disco tan intachable y tan bien ejecutado que poco se le puede reprochar. La opinión mayoritaria entre fans del grupo (y entre algunos miembros de la banda) es que aquí llegaron a su máximo apogeo. La banda que el guitarrista Robert Fripp formó con Lark's Tongues in Aspic fue perfeccionándose hasta reducirse aquí a su mínima expresión (aunque hay contribuciones de otros músicos, aquí oficialmente eran un trío, y su sonido se basaba ante todo en guitarra-bajo-batería sin más adornos). Quizá por ello Fripp decidiera disolver el grupo, para decepción de sus dos compañeros, pensando que ya no podían llegar más lejos sin repetirse. Y hay un principio en King Crimson que reza "¡No te repetirás!"


12- Bad Company - Bad Company

De las cenizas de Free y de unos Mott The Hoople ya en las últimas surgió una de las grandes superbandas de la época: ¡saluden a Bad Company! El grupo con el que por fin sus integrantes consiguieron el éxito masivo que les rehuyó en sus anteriores formaciones. Este álbum es de esos clásicos instantáneos que es imposible que no le guste a uno, de hecho se le suele acusar de ser un ejemplo de rock radiofónico fácil orientado al gran público. Qué quieren, con canciones así ya me gustaría que el rock radiofónico actual fuera como el de Bad Company.


11- King Crimson - Starless and Bible Black

En mi opinión el gran disco infravalorado dentro de la carrera de King Crimson. Normalmente se suelen mencionar otros discos de los 70 antes que éste - de hecho, prácticamente cualquier otro - y no obstante cuando lo escuché por primera vez me gustó mucho al instante y diría que a día de hoy es mi segundo favorito suyo, aunque no a mucha distancia del ya mencionado Red y los dos anteriores que grabaron. Starless and Bible Black confirma la entrada de King Crimson en una nueva etapa donde apostaron por un sonido muy duro, casi hard-rockero, y contaron con la que muchos creen que es la mejor formación de la banda: aparte del omnipresente Robert Fripp a la guitarra, John Wetton al bajo, Bill Bruford a la batería y David Cross al violín.

Con esta potentísima base rítmica, Fripp consiguió un sonido mucho más contundente, y por otro lado el virtuosismo de los músicos le permitía poder improvisar libremente. Para casi todo el mundo, este álbum es el borrador del posterior Red, menos improvisado y más perfeccionado... pero qué quieren que les diga, por algún motivo prefiero éste disco, quizá por tener un estilo más libre y menos impecable.


10- Camel - Mirage

Todavía hoy en día me pregunto cómo pudo ser posible que en las primeras escuchas que le ofrecí a Mirage éste me pareciera un disco agradable pero exento de interés. Y no era un adolescente sin experiencia cuando eso sucedió, sino un veinteañero ya metido de lleno en el mundo del rock progresivo... pero el caso es que las preferencias personales son caprichosas y en todo caso no puedo dejar de alegrarme de que con el tiempo viera la luz y comprendiera la grandeza del segundo disco de Camel. Los más puntillosos dirán que la banda de Andy Latimer viene a ser una especie de progresivo de segunda división, manteniendo sólo la parte más bucólica y fácil del género sin ningún ápice de riesgo. Aunque eso pueda ser verdad, hay que ser muy "auténtico" - por no decir sordo - para no apreciar la magnífica música que atesoran discos como éste y la sensibilidad tan especial que tenían.


9- Peter Hammill - The Silent Corner and the Empty Stage

Otra de las dos incursiones en solitario de Peter Hammill en esos años de reposo en la carrera de Van Der Graaf Generator durante los 70. Este disco suena mucho más a su grupo anterior y es definitivamente más accesible que In Camera, lo cual lo convierte en un candidato idóneo como primera toma de contacto a los interesados en su carrera entre las miles de personas que seguro que leeréis este post. A destacar una de sus interpretaciones vocales más conmovedoras en "Forsaken Gardens", ese inicio tan deslumbrante con "Modern" pasando de la tranquilidad al caos y la épica "A Louse is Not a Home", que en realidad es prácticamente un tema de Van Der Graaf Generator, ya que suena como tal y cuenta con la participación de sus compañeros.
A la altura de las grandes obras del género.


8- Todd Rundgren - Todd

Todd Rundgren representa a la perfección muchas de las cosas que adoro de esa época: las ganas de experimentar y descolocar a los fans con cada disco, esa seguridad en sí mismo rozando la arrogancia que no le hace temer qué pensarán de él, la versatilidad de un disco a otro... En 1974 por decirlo claro, Todd era el puto amo y lo sabía. Y por ello se sacó de la manga un disco doble (el segundo que sacaba en 3 años, y habiendo en medio dos de más de 50 minutos) en que sencillamente siguió haciendo lo que le daba la gana: experimentar con sintetizadores a unos niveles bastante inauditos para la época, versionar un tema de Gilbert & Sullivan (¿WTF?), vacilar a la discográfica ofreciendo un pegadizo tema pop que prohibió expresamente que saliera como single ("Izzat Love?") y saboteándolo él mismo con un final abrupto... en fin, de todo.

Todd es como el armario de curiosidades de Todd Rundgren. Pasen y vean todo de lo que era capaz este tipo, disfrútenlo si pueden y si no, que les den, a él le da lo mismo. De hecho si esto les parece poco, en paralelo a este disco montó una banda progresiva llamada Utopia que servía de válvula de escape comercial (en esos años una banda con dos tíos a los sintetizadores y composiciones de 30 minutos era considerada como la válvula de escape comercial). Sencillamente flipante.




7- Electric Light Orchestra - ElDorado

Resumiendo mucho: me hice fan de la ELO por este disco. Tal cual. Ni siquiera pasé por las fases de sentir cierto interés, apreciarlos desde la distancia, comenzar a disfrutarlos a un mayor nivel y finalmente hacerme fan. Fue oír este disco y considerarme fan del grupo.
Desde la distancia de haber escuchado otras obras suyas, me parece el disco más complejo y ambicioso, donde las influencias orquestales se hacen notar más y sin referencias pop tan marcadas y, por ello, sin singles radiofónicos salvo la conocida "Can't Get Out of my Head". Uno de sus mayores logros ha sido lograr confluir ese estilo tan ambicioso y megalómano sin perder ni un ápice de ese sonido pop que los hace tan irresistibles.



6- The Marshall Tucker Band - A New Life

Entre un Top10 plagado de bandas inglesas nenazas que hacían rock progresivo o cosas raras artie (qué quieren, era la edad de oro del género) destacan con luz propia estos tipos, hombres de verdad que hacían rock sureño también para auténticos cowboys. En realidad, lo digo en un tono algo paródico, puesto que la Marshall Tucker Band poseían una sensibilidad que los hacía muy especiales y su estilo tenía más puntos en común con el jazz que con el hard-rock, a diferencia de muchos de los estandartes del género.
A New Life es seguramente su mejor disco y una de las grandes obras del género. Creo que nunca sonaron tan bien como aquí y hay muchísimos de esos momentos inolvidables que separan un buen grupo de otro que tiene algo más, que te aporta un extra aparte de unas buenas composiciones, como el segmento instrumental de "You Ain't Foolin Me" o el solo de guitarra acústica de "24 Hours at a Time" (su mejor canción, por cierto).


5- Badfinger - Wish You Were Here

A estas alturas, la carrera de Badfinger tocaba fondo a nivel comercial. Al poco éxito de sus álbums anteriores se le sumó la disputa legal entre la discográfica y el grupo, de la cual éstos últimos eran totalmente inocentes ya que no sabían que su manager les había engañado. En consecuencia, la mejor obra de Badfinger se retiró de las tiendas antes de darle ninguna oportunidad y el mundo no sería consciente hasta muchos años después de la existencia de una de las mayores obras maestras del pop. Aquí el grupo consiguió quitarse de encima la influencia Beatle de sus primeros discos y aportaron algunas de las mejores composiciones de su carrera. Todos los temas de Wish You Were Here, incluyendo los menores, tienen personalidad propia, mientras que canciones como "Dennis" o "Meanwhile Back At The Ranch/Should I Smoke" representan su pico como compositores. Todo parecía augurar que la banda liderada por Pete Ham aún tenían mucho que decir, pero por desgracia ya sabemos que no pudo ser.



4- Queen - Sheer Heart Attack

No está mal sacar en un mismo año dos de los mejores discos de tu carrera, ¿no?
Con Sheer Heart Attack Queen abandonaron las influencias progresivas de sus discos anteriores y por fin descubrieron su auténtica faceta: esa amalgama entre pop-rock refinado y hard-rock con revisitaciones al music-hall y excentricidades varias que luego les llevaron a la cumbre en su siguiente obra. El disco está plagado de los mal llamados "clásicos menores", canciones que no aparecen en recopilaciones pero que encantan a los fans, y como regalo la cara B incluye una especie de medley de canciones cortas totalmente diferentes entre sí irresistible.
Pese a no tener tanta fama como otras obras suyas, podría ser perfectamente su mejor disco.


3- Genesis - The Lamb Lies Down on Broadway

Me parece muy curioso que un disco surgido de una etapa tan conflictiva del grupo (era el último que realizaría Peter Gabriel con Genesis) y grabado en unas circunstancias tan precarias (el cantante prácticamente iba por su cuenta y además se forzaron a grabar un álbum doble) haya acabado siendo el mejor del grupo y una de las obras cumbre del rock progresivo. Pero así son estas cosas, luego el primer disco que grabaron en formato trío sin Peter ni el guitarrista Steve Hackett se desarrolló en perfecta armonía y resultó ser un auténtico coñazo sin vida.
The Lamb Lies Down on Broadway nunca le gustó mucho a algunos miembros del grupo como el teclista Tony Banks, y ciertamente es un álbum largo y denso, con un sonido más cortante sin las agradables florituras progresivas que les caracterizaban... pero para mí siempre ha sido su mejor trabajo.



2- Supertramp - Crime of the Century

Uno de los discos más perfectos jamás grabados. Tal cual. Las composiciones son sencillamente im-pe-ca-bles, el sonido es cristalino y absolutamente adecuado para el estilo del álbum - leí que se usó durante muchos años para probar equipos de música por ese motivo - y el equilibrio entre las composiciones de los dos líderes, Roger Hodgson y Rick Davies, hace que ninguno destaque sobre el otro y que se complementen a la perfección. El estilo además no se enclava en ningún género concreto, parte en su mayor parte del rock progresivo, pero no renuncia a un sonido pop o a influencias más jazz/blues, sencillamente suenan a ellos mismos.
Imprescindible desde mi punto de vista.




1- Queen - Queen II

En realidad este disco no debería estar aquí, ya que debería haberse publicado en 1973, del mismo modo que su debut debería haber salido en 1972. Pero para que no coincidieran ambos discos en las tiendas al mismo tiempo, la discográfica retrasó la salida del segundo álbum de Queen a 1974, provocando que sea el disco que encabece nuestro ranking.

Resumiendo mucho, es mi disco favorito de mi grupo favorito y uno de los discos de mi Top5 personal que más tiempo lleva aguantando esa posición en mi ranking personal, así que no tenía ninguna duda respecto a qué posición ocuparía en esta lista. Queen nunca volvieron a adquirir el sonido que tenían aquí, esa mezcla magistral entre rock progresivo y glam-rock pomposo reunidos bajo una vaga ideal conceptual (la cara A, blanca, con composiciones de Brian May y Roger Taylor, y la cara B, negra, con composiciones de Freddie Mercury). Aunque luego el disco fue olvidado por el mismo grupo a raíz del enorme éxito de obras posteriores, no somos pocos los fans que lo consideramos su obra cumbre.

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