viernes, 14 de diciembre de 2012

Discos que no entiendo: Yes - Fragile (1971)




Si me permitís ser directo, nunca he entendido la fama de este álbum. Que sea considerado una de las obras cumbre de Yes e, incluso, su mejor álbum en opinión de muchos, es algo que me supera. Close to the Edge y The Yes Album son infinitamente mejores, e incluso yo personalmente prefiero Tales from Topographic Oceans a éste, aún a riesgo de quedarme solo.

Éste fue lógicamente el segundo disco de Yes que oí - y digo lógicamente porque después del Close to the Edge es el que más fama tiene - pero me supuso tal decepción que dejé a Yes de lado un largo tiempo considerándolos una banda de un solo disco. Fue al oír el Yes Album cuando se reanudó mi interés hacia ellos hasta hoy día. Desde entonces he ido dándoles sucesivas oportunidades a Fragile, pero me temo que no hay otra: sencillamente no entiendo este disco.

En el 91, Yes seguían en los 80. Miren si no las pintas y esos teclados que se cargan esta versión del tema.

De entrada me cuesta entender que se considere el mejor disco de un grupo una obra que tiene varios temas de relleno. Y no me refiero a temas menores que uno puede discutir si son relleno o no, sino temas que eran literalmente de relleno, que se incluyeron para llenar el disco porque se les quedaba corto y que no son más que pequeños esbozos compuestos por cada miembro del grupo para lucimiento propio. Habrá quien les vea cierto encanto, pero no es mi caso.

"Cans and Brahms" es Wakeman jugueteando con la música clásica y los teclados, muy en su onda. Serviría como introducción de algún tema, pero por sí sola es muy pobre. "We Have Heaven" es una sobredosis de Jon Anderson ideal para aquellos a los que no les guste la voz del cantante. A mí sí me gusta como cantante, pero no esta canción. Ambos son dos temas insustanciales de minuto y medio, lo cual es irónico si uno piensa que dos años después hicieron un álbum en que ningún tema bajaba del cuarto de hora. Cerrando los rellenos más flojos, "Five Per Cent Nothing" es directamente una demo de medio minuto añadida aquí estúpidamente.

Pasemos a los temas menores más respetables. "Mood for a Day" es Steve Howe demostrando sus habilidades a la guitarra española, no está mal aunque a mí todo lo que recuerde a flamenco me repele, pero reconozco que es cosa mía. Por otro lado "Long Distance Runaround" y "The Fish" están bastante mejor. La primera es una composición breve pero bien hecha, mientras que la segunda es un casi instrumental para lucimiento del bajista Chris Squire. De todos modos me gusta mucho más como suena en el directo Yessongs y tengo la sensación de que la cosa se queda algo a medias.



Pasemos ya a los temas largos. Aquí sí que hay más calidad, aunque ninguno está para mi gusto a la altura de las grandes composiciones del álbum anterior y del siguiente. "Roundabout" es el gran clásico del disco, suena a puro Yes y está muy bien construida, con algunos intervalos acústicos entre otros más rockeros. Bien.
"South Side of the Sky" creo que me gusta más, alternando un inicio más oscuro con un interludio de piano muy tranquilo.
Por último tenemos "Heart of the Sunrise", que nunca ha sido mi taza de té, se me hace algo machacona y solo consigue agradarme del todo a ratos.

¿Resumen? Tres temas de relleno estúpidos, tres temas respetables pero menores y tres temas largos de los cuales uno me parece normalito y los otros dos buenos pero no entre lo mejor del grupo.
¿Veredicto? Un notable y gracias. No una obra maestra ni, mucho menos, la mejor obra del grupo. Entiendo que es cuestión de gustos y bla bla bla pero teniendo discos tan sublimes y redondos como Yes Album y sobre todo Close to the Edge, me cuesta comprender a alguien que prefiera éste.

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