viernes, 8 de junio de 2012

Primavera Sound 2012




Por regla general yo no soy amigo de los festivales por varios motivos:

  1. Son caros.
  2. Los conciertos suelen ser cortos.
  3. Dependes de la suerte de que no se solapen grupos que te gustan.
  4. Acaparan a grupos que podrían hacer giras normales, de forma que la única forma de verlos es en un festival.
  5. Tienen un porcentaje alto de extranjeros borrachos y de imbéciles que no van por la música y no respetan a los que sí vamos por eso.


Pero hace 3 años tuve que tragarme mi odio a los festivales por un motivo de peso llamado Neil Young. Adoraba a Neil y estaba dispuesto a irme fuera de España a verle, así que cuando lo trajo el Primavera Sound el 2009 anunciando que haría un set completo decidí estrenarme. Tuve además la suerte de que ese mismo día tocaban los Jayhawks y Sonic Youth, que acababan de hacer rentable la entrada.
El año siguiente repetí, esta vez por los Pixies (caso de grupo que sólo actúa en festivales) y con el aliciente extra de Wilco. En ambos casos la experiencia fue buena pero no me motivaba mucho a repetir.
Este año no había ninguna gran banda que me hiciera ir pero un día miré por curiosidad los grupos por día y, oh sorpresa, todos los que me interesaban tocaban el mismo, así que me animé.

A la práctica fui víctima del tercer punto que mencioné antes y de los 7 que me interesaban sólo pude ver a 3. Mi intención era ver a los recién reunidos Afghan Whigs, Mudhoney, White Denim, Lee Ranaldo, Wilco y Thee Oh Sees. La distribución de horarios hizo que antes de las 20:30 y después de las 00:30 no hubiera ningún grupo que me interesara mientras que en esas 4 horas se me solapaban White Denim con Mudhoney y Wilco con Thee Oh Sees (Lee Ranaldo quedaba descartado el pobre hombre). Eso es lo que me ha acabado de convencer sobre no repetir más en festivales, que se enorgullecen de su extenso cartel pero que luego te obligan a elegir por solapes de horarios. A cambio, solo el ver a Wilco me rentabilizaba la compra (con lo caros que son sus conciertos hoy en día, sale a cuenta verlos por 80 euros junto a un par de grupos más).

Mi impresión por grupos:

The Afghan Whigs: concierto muy emotivo por ser la reunión de un grupo de culto, y que por tanto tenía todo a su favor. Supieron estar a la altura con un Greg Dulli magnífico y un buen repertorio que apostaba por sus 3 últimos discos pero supo a poco al durar solo 1 hora (me remito al segundo punto de arriba). Eché en falta "Turn On the Water" o algún tema más del Congregation, mientras que el público echó en falta sobre todo "Faded". Habría suprimido "Lovecrimes", la segunda versión que tocó (no la primera, "See Don't See", que me sonó magnífica) por algún tema más de ellos.
Momentos cumbre: un "When We Two Parted" preciosísimo de echar la lágrima, "Gentleman" con el público desbocado y el finalazo de "Milez Iz Ded". Pongo vídeo de "When We Two Parted" + "Gentleman".


White Denim: para mí fueron una sorpresa enorme. Fue arriesgado apostar por ellos en vez de por Mudhoney, ya que los White Denim tienen para mi gusto unos discos psicodélicos bastante buenos pero que no acaban de ser geniales. Pensé que en directo quizás sacaban ese ramalazo psicodélico salvaje que les faltaba en disco, y acerté. Fue una actuación repleto de solos y fragmentos instrumentales de pura psicodelia desbocada. El público flipaba y no paraba de aplaudir y saltar, yo también.

Wilco: Wilco hoy en día son una apuesta segura, pero me tentaba mucho ir a ver a los Thee Oh Sees porque los descubrí hace poco y me dio muy fuerte por ellos. Pero se impuso la lógica: si vuelven ambos de gira, el concierto de Wilco me costará el doble o triple que el de Thee Oh Sees, así que me quedé en Wilco.
El setlist apostó especialmente por su último disco y, a diferencia de su anterior visita más centrada en sus obras recientes, por los ya lejanos Summerteeth y Yankee Foxtrot Hotel. Me gustó pero no tanto como en el 2010, no sé si porque aquella vez me pillaron desprevenido  o porque realmente estuvieron mejor, pero yo creo que un poco de ambas.
Momentos cumbre: "At Least That's What You Said" (mi favorita de ellos que la otra vez no cayó), "Born Alone" (la mejor del último disco), "Impossible Germany" (como siempre, se ha convertido ya en el momento de lucimiento del guitarrista) y "Shot in the Arm".



Thee Oh Sees: salí corriendo de Wilco y pillé las dos últimas canciones: "Meat Step Lively" y otra que no identifiqué. Hacían ruido guay divertido y el cantante parecía un tipo curioso. Tengo ganas de verlos en sala.

Ciertamente valió la pena pero dudo que repita otro año a no ser que vuelvan a traerme una golosina a la altura de Pixies o Neil Young (cosa que espero que no hagan).


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